Restaurant with terrace in Paris elaborating daily dishes, burgers, meats, pancakes and crepes.
It is rather a quiet and classic restaurant where you feel good, with a heated terrace, a dining room with exposed walls, with large ice creams and a sober decoration. Flat screens that make a wood fire crackle, red benches and seats, fabric table runner, small bucket with artificial rose, show the delicacy and ambition of this small neighbourhood restaurant. The service is friendly, benevolent, smiling and sympathetic, the dishes are well composed. The dishes of the day proposed are always well prepared; and between salads, burgers, beef tartar, pancakes, you have the choice of simple and unpretentious dishes. A menu based on tagliatelle and pancakes is proposed to your child. A serene atmosphere in a neighbourhood establishment which little by little will make its nest and will gain to be known.
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Members' reviews on LE BEAUJOLAIS
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オニオングラタンスープは胡椒の味しかせず、飲み切れたもんではありません。
メインのビーフシチューは肉は獣臭く、冷凍のポテトと酷いオニオンが全くシチューにマッチしておらず、それぞれの具材が独立国家を築いています。それにも関わらず、値段は3人で2万円近くしました。ぼったくりもいいところです。評価が高いように見えますが、全部サクラです。
エッフェル塔に行ったあとに最悪な思いをしたくなければこの店を選ばないべきです。
Mi reciente cena en este lugar ubicado en el encantador corazón de París, fue una experiencia culinaria verdaderamente inolvidable que despertó todos mis sentidos.
Comenzando con una entrada clásica pero exquisita, los escargots, preparados con maestría y presentados con un toque de elegancia, fueron una introducción perfecta a la rica tradición culinaria francesa.
El plato principal ofrecía una selección divina de sabores refinados. El corte de res con paté de pato y puré de papa era una combinación celestial de ternura y profundidad de sabor, mientras que la pierna y muslo de pato, tiernos y jugosos, se realzaban con el acompañamiento de papas y una fresca ensalada de lechuga y arugula.
El momento culminante de la velada llegó con los postres. El mousse de chocolate oscuro, rico y indulgente, deleitó mi paladar con su suavidad sedosa y su intensidad de sabor, mientras que el crème brûlée, con su crujiente caramelo dorado sobre una base de crema delicadamente aromatizada, fue una experiencia sensorial que perdurará en mi memoria mucho después de haber dejado el restaurante.
Además de la excepcional calidad de la comida, el ambiente acogedor y el servicio atento y profesional contribuyeron a hacer de esta cena una experiencia verdaderamente inolvidable.
En resumen, este sitio ofrece una auténtica experiencia gastronómica parisina que combina la excelencia culinaria con la elegancia y el encanto de la Ciudad de la Luz. Recomiendo encarecidamente este lugar a todos los amantes de la buena comida que buscan una experiencia culinaria excepcional en París.
Nota: hubo un mesero muy atento y amable que nos atendió en español, no recuerdo su nombre pero creo que es el único que habla español en el lugar.