HOTEL UTOPÍA * * * *
Among the distinctive features of this original rural hotel for romantic escape, the most fanciful decoration we bring directly to the avant-garde of the years 1920-30 and, on the stage of the restaurant La Fonda, the frequent organisation of musical and/or staggered cabaret meals. Miguel Angel, the troublemaker owner of this collection of small independent houses with terraces, gardens and swimming pool is an excellent master of ceremonies when he invites you to visit his little museum of treasures, an evening atmosphere in the sound of old discs playing on his phonograph or providing you with excellent excursions in the beautiful surroundings. What is proposed here is rare, living the time of a stay a joyful experience, accompanied by a team of good living.
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Members' reviews on HOTEL UTOPÍA
The ratings and reviews below reflect the subjective opinions of members and not the opinion of The Little Witty.
No debería tener 4 estrellas.
Las habitaciones tienen aire acondicionado, que funciona bien, pero hace un ruido propio de los aparatos de los años 90, que es cuando probablemente se fabricaron.
El colchón es aceptable, pero no es nuevo y no es lo que uno espera de un 4 estrellas.
Los baños, necesitan una reforma urgente. El hidromasaje es mejor no intentar usarlo, ya que la bañera parece que va a explotar del ruido que hace. Grifos que no cierran, inodoro viejo, etc.
Decoración: muchos cuadros contienen fotos que han perdido incluso el color. Hay elementos decorativos que pueden ser bonitos, pero están muy llenos de polvo. Lo mismo ocurre por ejemplo en los stand donde venden CDs en recepción: llenos de polvo. Las almohadas vintage, no aparentan haber pasado por lavandería en bastante tiempo.
Mención especial merece el desayuno: café y tostada con embutido poco o nada apetecible. No hay zumo, ni yogurt, fruta, cereales, o las cosas que ofrecen los hoteles de 4 estrellas. Y todo ello servido en el cabaret, quizá bonito, pero con olor a discoteca cerrada, sin ventanas y con luz eléctrica desde primera hora. La falta de luz es buena porque oculta las sillas de skay con mucho glamour vintage y escasa pulcritud, mesas con circulitos, etc.
Quien vaya al hotel, mejor que tenga internet con datos en el movil, porque la WIFI se anuncia pero no funciona.
Las fotos del hotel ya muestran que hay barreras arquitectónicas. Por ello no hay ningún tipo de engaño en ello. Pero conviene tenerlo en cuenta, e imaginar más, como escaleras dentro de las propias habitaciones. No es cómodo.
Por último, la piscina luce mejor en foto que en la realidad, porque es muy pequeña. Igualmente, no es un secreto, se ve en las fotos.
En el pueblo no hay nada que hacer, pero eso no es culpa del hotel. El personal del hotel es agradable.